Desde obras de ingeniería hasta productos domésticos, el molibdeno y el renio son fundamentales por su resistencia y durabilidad.
El molibdeno (Mo) es un elemento químico de color gris plateado. Naturalmente no se encuentra en estado puro, sino que como molibdenita. La molibdenita se puede hallar en distintas capas de la Tierra mezclado con otros elementos, principalmente con cobre. De alta durabilidad y resistencia a las temperaturas y la corrosión, el molibdeno es ampliamente utilizado en aleaciones de acero de alta calidad requeridas por la industria metalúrgica, química y metálica.
+El renio (Re) es uno de los metales más raros de la Tierra. No se encuentra en estado puro en la naturaleza, sino mezclado con otros minerales, como la molibdenita. De alta densidad, dureza y resistencia al calor, el renio es utilizado para la elaboración de superaleaciones, usados principalmente en la industria aeronáutica y en catalizadores.
+No existe una gran turbina de avión moderno que no tenga renio. Capaz de resistir gran estrés térmico, las aleaciones que contienen renio pueden soportar cambios extremos de temperaturas sin sufrir daños y manteniendo sus cualidades. Así, el renio ha permitido los vuelos de mayor duración de la historia de la aviación.
El molibdeno no existe en estado puro en la naturaleza, sino que se obtiene como concentrado de molibdeno, es decir, unido a otros minerales. Este concentrado -también llamado molibdenita- se puede obtener directamente (fuentes primarias) o como derivado de la extracción del cobre (fuentes secundarias). Hoy, el principal origen del molibdeno procesado en el mundo, proviene de fuentes secundarias. Empresas como Molymet someten los concentrados minerales a diversos procesos -especialmente de limpieza y tostación, entre otros- que permiten transformar químicamente los metales y obtener óxido de molibdeno, que es la base para el desarrollo de una amplia gama de productos, especialmente aleaciones de acero.
El molibdeno se usa principalmente en aleaciones especiales de aceros, donde aporta importantes mejoras como: mayor dureza, resistencia a las altas temperaturas y la corrosión, aumento en la durabilidad y mayor eficiencia de las maquinarias. También existen usos del molibdeno en fertilizantes, catalizadores, lubricantes, entre otros productos. El molibdeno se presenta en diferentes formatos siendo los más frecuentes el óxido técnico de molibdeno, ferromolibdeno, dimolibdato de amonio, óxido puro y molibdeno metálico.
Aunque se han encontrado productos del siglo XIV con aplicaciones de molibdeno, su uso solo comenzó a ser habitual a finales del siglo XIX. Para entonces, los primeros experimentos demostraron que el molibdeno podía reemplazar al tungsteno en muchas aleaciones de acero, logrando menor peso y mayor resistencia. Posteriormente, la Primera Guerra Mundial incrementó la demanda de acero, restringiendo el suministro de tungsteno. Esta escasez fue un impulso para el uso de molibdeno y para la investigación de nuevas aplicaciones de este mineral que ha demostrado ser un invaluable componente para superaleaciones a base de níquel, lubricantes, productos químicos, electrónica y muchas otras aplicaciones.
El molibdeno es un elemento natural que, además de encontrarse como mineral, se halla en bajas concentraciones en plantas, animales e incluso dentro del cuerpo humano. Por lo tanto, el molibdeno es esencial para la vida.
Al igual que el molibdeno, el renio no existe en estado puro en la naturaleza. Se le encuentra habitualmente asociado a la molibdenita, la que, a su vez, es un subproducto del cobre. De este modo, el renio se obtiene mediante procesos de limpieza y tratamiento de concentrados de molibdeno. El renio se comercializa principalmente como renio metálico y como perrenato de amonio.
Por su alta dureza y resistencia al calor, el renio es principalmente utilizado como aditivo para la elaboración de superaleaciones. Estas, a su vez, son usadas para la fabricación de turbinas en la industria aeronáutica y, en menor medida, para catalizadores en refinerías de petróleo.
El renio fue descubierto en 1925 por tres científicos alemanes quienes le dieron su nombre en honor al río Rin, en cuyas cercanías se detectó por primera vez este metal.
Las mayores reservas de renio del mundo se encuentran en Chile, seguido de Estados Unidos, Rusia, Kazajistán y Armenia. Chile posee el 50% de la producción mundial y Molymet es el principal actor de este mercado.
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